sábado, 25 de junio de 2011

EN CHERNÓBIL

Carlos ha escrito esta historia, sobre un tema no muy común. Está llena de fantasía e imaginación, aunque la ciudad exista realmente. Desde aquí te animo a seguir escribiendo. Muy bien, Carlos.

-Mira eso, James, un billete a Kiev, la capital de Ucrania. Y además te solicitan en el pueblo, y te dejan ir a la central llamada Chernóbil, sólo por mil quinientos cincuenta dólares- dijo Benji Gregory.

-Eso es una pasta de dinero- dijo James.
-Eso sí que es una pasta. Gastaremos todo nuestro dinero. ¿No lo crees James Golden? -dijo Benji Gregory.

Y se largaron en zeppelin.

-De ahí ya nos largamos a Kiev y después a Primord-dijeron.

Desde allí James y Benji fueron a Chernóbil.

Luego se dedicaron a cuidar el reactor cinco, el núcleo de la central.

Pero Benji dijo:
-Eh, tengo una idea, ¿por qué no ponemos en marcha el núcleo? -¿O el reactor?- dijo James Golden. Lo pusieron en marcha, pero se dieron cuenta que no sabían nada.

Pero algo explotó. Los reguladores quedaron bloqueados. Es que ellos lo bombearon.

Las noticias fueron:
-Se ha averiado la central, gracias a dos chalados de Inglaterra. ¿Por qué no se advirtió que los reguladores estaban estropeados? Y va directamente a Primord a trece kilómetros.

Salieron, pero uno de ellos cayó a un tubo nuclear. El pobre James Golden se quedó solo.

Pero pasaron los días y lo llevaron a los laboratorios más cercanos y le pusieron todo tipo de aparatos, pero, se quedó con cáncer radiactivo. Y le dio poderes radiofónicos.

Eso nos enseña que puede haber fallos, pero los fracasos dan ideas. Así que no os rindáis, todo tiene solución.

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